Logo
Home
>
Mercados de Capitales
>
Activos vinculados al agro ganan espacio en portafolios

Activos vinculados al agro ganan espacio en portafolios

18/09/2025
Fabio Henrique
Activos vinculados al agro ganan espacio en portafolios

En 2025, el mundo de las inversiones vive una transformación profunda donde los activos ligados al sector agroindustrial ocupan un lugar cada vez más relevante. Impulsados por la búsqueda de alternativa sólida frente a la inflación y la convicción de que la economía real ofrece oportunidades de largo plazo, inversionistas de todo tipo están redireccionando capital hacia tierras, empresas productoras y proyectos vinculados a la agricultura y la ganadería.

Este reposicionamiento no es casual. La conjunción de prácticas sostenibles, avances tecnológicos y la demanda creciente de alimentos y bioproductos ha generado un escenario propicio para que grandes fondos y gestoras institucionales diversifiquen sus portafolios. A continuación, exploramos las razones y cifras clave detrás de este movimiento.

Sostenibilidad y agricultura regenerativa

La degradación del suelo amenaza la seguridad alimentaria global. Hoy, el 70% de los suelos europeos y el 53% de los suelos a nivel mundial han perdido fertilidad, obligando a buscar modelos agrícolas que restauran productividad y capturan carbono. En este contexto, la agricultura regenerativa emerge como un faro de esperanza.

Los proyectos que aplican rotación de cultivos, manejo integrado de plagas y agroforestería atraen inversores que priorizan criterios ESG y la economía circular. Las empresas que implementan sistemas de cultivo multisobreabandonan prácticas convencionales y se alinean con un mercado global cada vez más exigente en materia de sostenibilidad.

  • Rotación inteligente de cultivos para mejorar la estructura del suelo.
  • Uso de abonos orgánicos y cobertura vegetal permanente.
  • Siembra directa y reducción del laboreo para conservar humedad.
  • Integración de árboles en paisajes agrícolas para secuestro de carbono.

Innovación tecnológica y agricultura 4.0

La convergencia de la inteligencia artificial, la biotecnología y la robótica redefine la forma de producir alimentos. Hoy es posible monitorear en tiempo real el estado hídrico de un terreno, anticipar plagas antes de que se propaguen y optimizar nutrientes con exactitud milimétrica.

Las soluciones de geolocalización y sensorización permiten a los productores y a los gestores de fondos contar con datos precisos, reducir costos y maximizar rendimientos. Esta revolución digital, conocida como agricultura de precisión y biotecnología avanzada, consolida un modelo más predecible y rentable.

  • Drones y satélites para mapeo de vigor de cultivos.
  • Sistemas de riego automatizados con sensores de humedad.
  • Bioinsumos diseñados genéticamente para mayor resistencia.

Activos agrícolas como refugio contra la inflación y la volatilidad

En economías con alta inflación y devaluación, los activos ligados al agro se presentan como un escudo frente a la pérdida de valor del dinero. Cultivos estratégicos como maíz, girasol y soja mantienen precios internacionales estables y, en muchos casos, niveles de retenciones reducidos.

En Argentina, con una inflación proyectada del 24% y una devaluación del 16% en 2025, financiarse en dólares al 5% de interés resulta una opción muy atractiva. Esta diferencia de tasas ha incentivado la compra de tierras y la participación en proyectos agrícolas, pues ofrecen protección frente a la volatilidad de mercados y una rentabilidad ajustada por dólar.

Impacto climático y resiliencia financiera

Las variaciones extremas de temperatura y los eventos climáticos adversos, como sequías prolongadas o lluvias erráticas, pueden reducir rendimientos entre un 10% y 25% por grado de calentamiento. Este riesgo obliga a diversificar y a invertir en prácticas que mejoren la resiliencia.

Los inversores, conscientes de este desafío, incorporan al análisis factores climáticos y evalúan la capacidad de adaptación de cada proyecto. Esto ha impulsado un auge en seguros paramétricos y en mecanismos de cobertura que aseguran el flujo de caja ante pérdidas agrícolas.

Créditos de carbono y nuevas fuentes de ingresos

La agroindustria se beneficia de la creciente demanda de créditos de carbono. Proyectos que regeneran suelos, restauran ecosistemas y capturan CO₂ se traducen en certificados vendibles en mercados internacionales.

Este instrumento financiero aporta un canal extra de rentabilidad, al tiempo que refuerza el compromiso de productores e inversionistas con la mitigación del cambio climático. Cada tonelada de carbono secuestrado puede comercializarse, generando nuevas fuentes de monetización para inversores y fortaleciendo la viabilidad de los proyectos agrícolas.

Conclusión

La combinación de sostenibilidad, innovación tecnológica y el carácter de refugio contra la inflación ha llevado a que los activos vinculados al agro cobren un protagonismo sin precedentes en los portafolios. Grandes gestores, fondos de pensiones e inversores privados reconocen que la agricultura y la ganadería no solo responden a una necesidad alimentaria, sino que también representan un vehículo para prácticas alineadas con criterios ESG y una forma de anclaje a la economía real.

Mirando hacia adelante, se espera que esta tendencia continúe afianzándose. La integración de soluciones digitales, la institucionalización del campo y la expansión de mercados de carbono consolidarán al agro como uno de los pilares de la inversión global, ofreciendo estabilidad, rentabilidad y un impacto positivo en el planeta.

Fabio Henrique

Sobre el Autor: Fabio Henrique

Fabio Henrique