La creciente tendencia de los inversionistas a dolarizar sus portafolios en Colombia durante 2025 refleja una respuesta directa a las tensiones macroeconómicas y políticas que atraviesa el país.
Entre enero y junio, el peso colombiano sufrió una depreciación del 8.31% frente al dólar, lo que ha llevado a una búsqueda de refugio en la divisa estadounidense.
La dolarización como mecanismo de protección implica convertir activos denominados en moneda local a dólares para mitigar riesgos cambiarios.
Esta estrategia, común en escenarios de alta volatilidad, permite a los inversionistas resguardar el valor de sus inversiones ante movimientos bruscos del tipo de cambio.
Entre los objetivos principales de quienes adoptan esta práctica se encuentran:
El comportamiento del tipo de cambio en los primeros seis meses del año ha sido marcado por fluctuaciones que oscilaron entre 4.000 y 4.416,69 pesos por dólar.
La Tasa Representativa del Mercado (TRM) inició 2025 en 4.409,15 pesos y cerró el 27 de junio en 4.042,87 pesos, reflejando una depreciación acumulada del peso.
La volatilidad reciente supera la del último año, con picos que han puesto a prueba la capacidad de adaptación de los agentes financieros.
Las causas de esta tendencia abarcan factores nacionales e internacionales.
Los principales impulsores incluyen:
La creciente demanda de dólares ejerce presión sobre las reservas internacionales y limita la intervención del Banco de la República en el mercado cambiario.
Además, el desplazamiento de capitales hacia activos en dólares genera movimientos de capital hacia dólares que refuerzan la volatilidad y amplían la brecha entre tasas oficiales y del mercado.
La experiencia de Ecuador antes de la dolarización oficial muestra cómo una protección ante la depreciación del peso puede convertirse en un desafío estructural.
Antes de adoptar la moneda estadounidense, el país ya operaba con un alto grado de dolarización financiera, limitando el margen de maniobra del Banco Central y generando tensiones en el sistema bancario.
Este antecedente alerta sobre posibles consecuencias de una dolarización excesiva en Colombia si persisten los desequilibrios fiscales y políticos.
De cara al resto de 2025, las proyecciones sitúan la TRM en un rango de 4.000 a 4.600 pesos por dólar, con un promedio estimado de 4.264 pesos, lo que implica una depreciación anual del 3,8%.
En este entorno, los inversionistas pueden considerar diversas estrategias para equilibrar riesgo y retorno:
Estas tácticas ayudan a afrontar la intensa volatilidad del tipo de cambio y protegen el valor real de las inversiones.
La intensificación de la dolarización de portafolios en Colombia responde a un conjunto complejo de factores internos y externos que socavan la confianza en el peso.
Si bien esta tendencia protege a corto plazo ante la depreciación, plantea retos para la política monetaria y la estabilidad financiera.
Comprender sus causas y aprender de experiencias internacionales es clave para diseñar soluciones que atenúen riesgos y promuevan un crecimiento sostenido.
En última instancia, la resiliencia del mercado y la claridad en las reformas económicas determinarán si la dolarización se convierte en una herramienta de estabilidad o en un obstáculo para la autonomía monetaria.
Referencias