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No acumules tarjetas que no utilizas

No acumules tarjetas que no utilizas

11/08/2025
Lincoln Marques
No acumules tarjetas que no utilizas

En 2025, la deuda promedio por tarjeta de crédito supera los $6,000 dólares por hogar en Estados Unidos, un reflejo de la dependencia creciente de los consumidores en el crédito para cubrir gastos diarios y emergencias. Con un 80 % de los adultos estadounidenses usando al menos una tarjeta, el panorama financiero revela tanto oportunidades como riesgos latentes.

Si bien las tarjetas de crédito ofrecen flexibilidad para financiar compras, el exceso de plásticos inactivos puede convertirse en una trampa. Este artículo explora por qué no conviene acumular tarjetas que no se usan, cómo afectan tu salud financiera y qué estrategias seguir para mantener un perfil crediticio sólido.

Peligros de acumular tarjetas inactivas

Disponer de un gran número de líneas de crédito sin utilizarlas genera múltiples riesgos. Primero, endeudamiento excesivo; contar con un límite disponible elevado incentiva gastos innecesarios y la sensación de solvencia instantánea. Segundo, las instituciones suelen cobrar pago de cuotas anuales o comisiones por inactividad, lo que erosiona tus finanzas sin que te des cuenta.

  • Aumento del costo total: las tasas de interés históricamente altas elevan el precio de cada saldo pendiente.
  • Riesgo de cargos ocultos: comisiones por inactividad y renovación anual pueden generar desembolsos sorpresivos.
  • Mayor exposición al fraude: las cuentas olvidadas son blanco fácil de riesgo de fraude financiero.
  • Difícil control: más tarjetas implican revisar múltiples estados de cuenta y fechas de pago, complicando tu organización.

Además, al mantener plásticos sin uso, puedes perder beneficios asociados como puntos de recompensa o seguros de viaje. Muchas tarjetas requieren transacciones periódicas para conservar sus ventajas, y desaprovechar estos beneficios representa un despilfarro de oportunidades.

Impacto en tu puntaje crediticio

El puntaje crediticio se construye sobre la antigüedad de tus cuentas, la puntualidad de pagos y el índice de utilización de crédito. Cerrar una tarjeta puede reducir la edad promedio de tus cuentas, lo que a su vez puede bajar tu puntaje, especialmente si esa cuenta es una de las más antiguas con buen historial.

Sin embargo, en situaciones donde las comisiones anuales son elevadas o los beneficios han desaparecido, cancelar la tarjeta podría resultar más rentable que mantenerla abierta sin uso. La decisión debe ponderar edad promedio del historial crediticio versus los costos de sustentar una línea de crédito sin rendimiento.

Para minimizar el impacto, conviene pagar saldos pendientes y redistribuir el uso entre otras cuentas activas antes de cerrar una tarjeta. Así, evitas que tu porcentaje de utilización se dispare y castigue tu calificación.

¿Cuántas tarjetas conviene tener abiertas?

No existe un número mágico, pero la clave está en equilibrar acceso al crédito y control. Mantener entre dos y cuatro tarjetas suele ser suficiente para diversificar las opciones de pago, aprovechar distintos beneficios y evitar la tentación de múltiples líneas sin uso.

  • Una tarjeta principal para gastos habituales con bajas tasas e incentivos de devolución.
  • Una segunda tarjeta para emergencias o viajes, con seguros y protección al viajero.
  • Opcional: una tercera con ventajas de recompensas, siempre y cuando pagues el saldo completo cada mes.

Más allá de la cantidad, revisa cada seis meses las condiciones y ajusta tu cartera de plásticos. Si una tarjeta ya no ofrece valor, considera su cancelación estratégica.

Consejos prácticos para gestionar tus tarjetas

La gestión responsable de tus tarjetas combina disciplina, planificación y revisión constante. Adoptar hábitos saludables evita que el crédito se convierta en un lastre y te acerca a la tranquilidad financiera.

  • Paga siempre el saldo completo o, al menos, la cuota mínima antes de la fecha de corte para evitar intereses.
  • Monitorea tus estados de cuenta semanalmente y configura alertas de transacciones.
  • Negocia con tu banco tasas de interés más bajas o exención de comisiones, especialmente si tienes buen historial.
  • Revisa las promociones y canjea puntos antes de que expiren, aprovechando al máximo tus beneficios.
  • Cancela tarjetas inactivas que ya no encajen en tu estrategia financiera, tras pagar saldos y redistribuir crédito.

Al implementar estas recomendaciones, construirás un historial crediticio sólido y reducirás el estrés financiero que conlleva el desorden de varias tarjetas.

En resumen, no acumules tarjetas que no utilizas. Evalúa periódicamente los costos y beneficios, cierra las cuentas que no generan valor y mantén tu perfil crediticio en equilibrio. Con un enfoque proactivo y organizado, tu salud financiera mejorará y ganarás la libertad para invertir en tus metas sin cargas innecesarias.

Lincoln Marques

Sobre el Autor: Lincoln Marques

Lincoln Marques